diumenge, 9 de febrer del 2014

De restaurantes por Ciudad de Panamá - Tradición

Debido a su pequeño tamaño, Ciudad de Panamá fue tradicionalmente una ciudad pobre en gastronomía, muy basada en los platos locales con alguna influencia estadounidense y española. Sin embargo, el boom económico que ha vivido en los últimos años ha hecho florecer por la capital toda una serie de nuevos restaurantes de las más diversas gastronomías. La llegada o crecimiento de comunidades extranjeras también han impulsado esta diversificación, como por ejemplo, la creciente importancia de los restaurantes libaneses.

En este post me centraré en las opciones más típicas, para todo aquel que visita la ciudad y quiere experimentar los sabores y tradiciones locales. En un segundo post exploraré los restaurantes que han aparecido en los últimos años y presentan la comida panameña preparada con las técnicas de la cocina contemporánea y fusionada con nuevos ingredientes. Pero por ahora, empezemos con los lugares más "típicos".

Un lugar turístico para descubrir el sabor y folclor panameño

Si tenemos que empezar con el lugar más típico pero que peca de turístico nos tenemos que dirigir al restaurante Tinajas. Allí encontraremos una carta llena de platos panameños a precios mucho más caros de lo normal debido a que en cada cena disfrutaremos de un espectáculo de los diferentes bailes folclóricos de Panamá con los trajes típicos tanto hombres como mujeres vestidos por los bailarines así como de una banda en directo. Destacan las bellas polleras, faldas que las panameñas visten durante las fiestas patrias.


En mitad del espectáculo invitarán a varios comensales a salir y bailar con los bailarines, por lo que si no tenéis ganas de salir en medio de todo el mundo, lo mejor es sentaros un poco alejados del show.

Dos opciones con poco glamour pero mucho sabor

Una de las actividades gastronómicas más típicas en Ciudad de Panamá es acudir una tarde al mercado del marisco y pedir un pescado asado con patacones o mejor, uno de los diferentes tipos de ceviches que hay disponibles en cualquiera de los puestos. También se pueden pedir unas almejas para picar. Todo buenísimo. Es cierto que no es el lugar más elegante de la ciudad pero solo por lo delicioso que está todo y por la experiencia tan auténtica que viviremos, vale la pena aguantar calor y ruido. Acaban de abrir nuevos restaurantes en una zona renovada. El único pero es la música alta que normalmente suena, sea reaggetón, bachata o vallenato.

Y tampoco podéis perderos las empanadas de queso de Quesos Chela, una tienda en Capira, el plena carretera Panamericana. Son excelentes, las mejores que he probado en mi vida. Lo mejor es acompañarlas de un buen chicheme para beber, bebida traidicional a base de maíz cocido con azúcar, nuez moscada, canela y leche ideal.

Y por último, tres tradiciones que pasan de abuelos a nietos

Para respirar la tradición de la ciudad, nada mejor que el Café Boulevard Balboa, uno de los lugares más tradicionales dónde los abuelos y padres panameños han llevado tradicionalmente a sus hijos y nietos a comer comida tradicional de muy buena calidad. Desde el típico sancocho y otras sopas tradicionales (como la de mariscos, deliciosa) hasta el pargo empanado. Patacones y yuca son los mejores acompañantes, aunque el puré de patatas casero es espectacular. Delicioso también el pollo frito o la corvina al ajillo. Cuenta también con postres pero no son los mejores que he probado en Panamá, ni mucho menos. Últimamente la calidad de sus platos ha empeorado un poco.

La Inmaculada - cualquiera de sus tres sucursales - ofrece otra experiencia muy panameña. Desde hace décadas ha sido el lugar donde los jóvenes panameños iban a tomar algo rápido entre amigos o pareja. Esta refresquería ahora acoge a aquellos que ya abuelitos llevan a sus nietos para que la tradición contínue, similar al Café Boulevard Balboa. Con una decoración de dinner estadounidense, el menú es bien sencillo: emparedados donde destacan los de hamburguesa. Pero no es por esto por lo que tanta gente sigue acudiendo aquí. El producto estrella que sigue atrayendo a los panameños es el "No me olvides", un vaso gigante con helado, bizcocho y sirope de diversos sabores a elegir.

Por último, no puedo cerrar este post sin señalar una tradición ya muy arraigada en la ciudad: el desayuno chino. La importante comunidad china que vive en Panamá así como el elevado nivel de matrimonios mixtos que históricamente se han dado y en los que la comunidad china ha participado activamente, hace que elementos de la gastronomía del Extremo Oriente hayan cuajado en la dieta habitual del panameño medio. Yo pude disfrutar una mañana de sábado de las delicias del Golden Unicorn, restaurante situado en el edificio Evergreen, frente a Atlapa. Para disfrutar del famoso desayuno chino hay que llegar prontito, cuando todo está aún recién hecho. Los camareros pasan con bandejas cargadas de diferentes platos con recetas de todos los rincones chinos. Pedid un poco de cada - priorizando las deliciosas variedades de dim-sum - y disfrutad relajados de este fuertísimo desayuno. Me encantaron los rollitos de pato laqueado con la salsa típica. Para los curiosos, ofrecen hasta patas de pollo cocinadas en su salsa.

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