dissabte, 17 de març del 2018

De restaurantes por... Kuwait

Kuwait es un país seco, al igual que Arabia Saudí o Irán. No hay alcohol ni en su aeropuerto, ni en supermercados ni en restaurantes. Está totalmente prohibida su presencia en el país. Independientemente de que haya un mercado negro más o menos boyante (una botella de whisky suele costar unos 300 euros), lo cierto es que a falta de alcohol, son la gastronomía y el café las grandes obsesiones nacionales. Salir de restaurante es una actividad frecuente entre la juventud kuwaití. Y al no poder disfrutar de vino, cerveza o cócteles en sus comidas y cenas, exige a cambio niveles de excelencia en las recetas e ingredientes.

Por eso, Kuwait es un destino de ensueño para un foodie. Los restaurantes tienen amplios horarios de apertura y tanto su calidad como su servicio son en general excelentes. Comer es uno de los hobbies más comunes entre la población de este pequeño Estado. Lo primero que recomiendo es meterse en Instagram y seguir a algunos de los foodies expertos que con sus publicaciones os recomendarán los mejores sitios para comer así como sobre nuevas aperturas en un panorama muy dinámico. Podéis empezar por la dinámica Noaf @pltq8 o por la sofisticada Nour AlMejadi @nouralmejadi

Empezamos por el desayuno: Cocoa Room. Acaba de abrir su nueva sede permanente en el parque de la Ópera, con una decoración increíble. Los cubiertos, el servicio, el ambiente... No por casualidad hay siempre una lista de espera de una hora de media: es muy recomendable llegar con antelación, especialmente los fines de semana. No admite reservas por teléfono. El menú combina desayuno oriental con una selección de platos occidentales de altísima calidad como los huevos revueltos con trufa laminada, sus famosos cuadrados de pan frito rellenos de nutella o las tortitas red velvet. Sus chocolates calientes son excelentes también. Para mi, uno de los mejores lugares para brunchear que he probado en mi vida.

Pero si uno quiere probar el auténtico desayuno kuwaití, tiene que ir a Zwarah, en el centro comercial Avenues. La dueña ha rememorado las bandejas que hace 30 años preparaban su madre, tías y abuela para desayunar. No olvidéis pedir té Karak, con leche y cardamomo, para beber: una receta tradicional india muy popular en Kuwait. Las bandejas incluyen desde ful mesdames (receta original de Egipto a base de habas) a huevos revueltos con tomate al estilo local entre otras recetas que incluyen garbanzos o la popular crema de queso Kraft. Pero sobretodo el delicioso hígado de pollo, plato central en un buen desayuno tradicional.

Para comer o cenar Almakan nunca falla. Este moderno local ofrece cocina de fusión coreana y kuwaití con toques chinos, tailandeses y vietnamitas. Sus platos son únicos, no los he visto en ningún otro lugar del mundo. La decoración es ultramoderna y el personal muy amable y eficiente. Lo mejor de la carta, de lejos, es el curry verde, cero picante y cremoso, con una carne de ternera tierna y jugosa. Sus ramen con leche de coco y trufa son también un must. Y por supuesto su variedad de baos (pan chino) con diferentes rellenos. Sin olvidar mi postre favorito en Kuwait: el Cerelac Pudding que es su delicioso croissant casero sumergido en papilla Cerelac (de la marca Nestlé) con helado de vainilla y caramelo tostado. Nunca cansa. Tras la comida, pasaros por la pequeña galería de arte contemporáneo anexa y por la cafetería de bajo que sirve buen café y bollería casera. 

Otro buen restaurante para almorzar, aunque algo alejado de Kuwait City, es Azteca. Tienen una variedad impresionante con los platos más representativos de la gastronomía mexicana, desde sopa de tortilla a enchiladas, y todo con ingredientes de primera calidad. La dueña, Sylvia, de Oaxaca, se esfuerza en ofrecer recetas auténticas. Sus moles son simplemente perfectos. Y los refrescos... 100% mexicanos, como la horchata casera o la michelada 0% alcohol. Un pedacito de México en el Golfo. Para repetir muchas veces.


Vayamos a la cena y empecemos por el mejor restaurante tradicional kuwaití: Dar Hamad. El lugar es un paraíso para los amantes del diseño. Su increíble decoración abruma, cada detalle está medido y en general, la combinación rezuma lujo y buen gusto. Es uno de los pocos restaurantes del país con un chef kuwaití.

Fuimos para la ruptura del ayuno en Ramadan. Importante reservar. Cuentan con una gran variedad de entrantes de gran calidad, exactamente los mismos que se sirven en las casas particulares kuwaitíes: se empieza con estupendos dátiles mojados en salsa tahine y bebiendo laban. Luego hay un buffet de entrantes con una mezcla de tapas indias, libanesas y kuwaitíes, donde destaca la dolma kuwaití, mucho más grande que la turca y bastante dulce. También me encantó la ensalada Dar Hamad. Luego sirven en la mesa las sopas, a elegir entre dos: una especiada y deliciosa con quinoa y otra que es la más tradicional de lentejas batidas.

Para los platos principales, decenas de recipientes dorados alineados ofrecen suculentos platos tradicionales de la mesa kuwaití, cero picantes (a diferencia de la cocina saudí) incluyendo el omnipresente arroz machbous con cordero, el pollo picado en bechamel y salsa de canela, o el machbous de pollo con ciruelos, pasas y frutos secos. También hay platos de mariscos y pescados locales como el hammour o el zubaidi así como kebab turco a la barbacoa. Margouga, gabboout... gran variedad donde elegir.

Finalmente, hay una sala entera dedicada al buffet de postres, toda una perdición, donde destaca el pudin de dátiles con salsa de caramelo, el estupendo Umm Ali o los surtidos dulces tradicionales de Ramadán, entre muchos otros postres. En definitiva, este lugar es un must para todo aquel que quiera experimentar la cocina kuwaití de calidad y no pueda ir a una casa a probarla.

Pero si a uno le apetece la comida libanesa, directo a Babel. En un ambiente de gigantescos techos y con uno de los mejores servicios que he visto en Kuwait, este restaurante ofrece una amplia carta de platos libaneses presentados de manera contemporánea y utilizando ingredientes de primera calidad. Sus diferentes entrantes de carne cruda están riquísimos. Lugar estupendo para impresionar a alguien ya sea cita, amigo y reunión de negocios. Y para los estándares de Kuwait no es caro. Imprescindible reservar, sobretodo los fines de semana.


De vez en cuando siempre gusta comida italiana y Kuwait tiene la tercera mejor pizza margarita del año 2017: SOLO Pizza Napolitana es la historia de un kuwaití obsesionado con la pizza que se fue a Nápoles para aprender de los mejores pizzaiolos. A su vuelta, abrió su pequeña pizzería en el Golfo y al poco tiempo ganó el concurso anual que se celebra en Nápoles. Todos sus ingredientes son importados de la Campania: desde la harina a los tomates así como la mozzarella di buffala. Y por supuesto, a horno de leña.


Y si se buscan sabores del lejano oriente, el lugar es Ubon. Cocina deliciosa, perfectamente presentada y con ingredientes de primera y frescos. La verdad es que fuera de Tailandia no he probado un Thai mejor. Recomiendo mucho pedir el entrante Bangkok beef y la sopa de coco. En cualquier caso todos los platos están deliciosos. Como bebida, el lemongrass es imbatible.

Finalmente, como merienda o postre nocturno nada mejor que pasarse por la pequeña pero estupenda The Urban Creamery. Allí sirven helados de sabores populares en el Golfo como el de karak (té negro con leche, azafrán y cardamomo), el de mohallabiya (crema de almendras y agua de azahar) con pistachos, el de café árabe con dátiles o el de tarta de calabaza con pecanas y canela. Todos 100% artesanales y que se suelen comer con el fondo de la tarrina forrada de una de las galletas caseras que aquí preparan. 

Y si queréis seguir la tradición local de acabar una noche con amigo tomando café, el que está más de moda ahora es CAF, con su variedad de cafés calientes y fríos destacando el famoso café red velvet. También cuenta con un pastel de miel muy bueno, un postre famosísimo en cualquier merienda kuwaití.

Podría seguir y seguir pero no acabaríamos nunca. Me he dejado el mercado del pescado al lado de las Torres de Kuwait, el tradicional Shimam en el zoco Mubarakya, el flexitariano Ovo... lo mejor es bucear Instagram para ir descubriendo las nuevas aperturas así como un fenómeno muy kuwaití: los restaurantes "pop up", que aparecen un par de días y vuelven a desaparecer, en lugares tan curiosos como una tienda de plantas, un antiguo almacén o el lobby de un edificio de apartamentos. Podéis empezar con uno de los pioneros: @filipothefilipino que sirve una selección de platos filipinos fusión buenísimos a la gente más inn del país durante un par de días cada dos o tres meses. Atentos a su Instagram. 

Sheikh Jaber Al Ahmad Cultural Centre, Kuwait City
@cocoaroom

Gulf Road Street | Marina World, Salmiyah
@babelkuwait

Zwarah
The Souk, The Avenues Mall Alri 5th Ring Road, Kuwait City
@zwarahkw

Arabian Gulf St. | Beside Marina Mall, Salmiyah
@darhamadkw

Sharq, Mubarak Al Kabeer Street, Mariam Building, Mezzanine Floor, Kuwait City
@st_almakan

Ali Alsalim Street, Aljawhara Tower, Kuwait City
@ubonkw

Omar Ibn Al Khatab Street, Kuwait City, Sharq
@solopn

Fahaheel Express Way 30, The Village Restaurant Complex, Kuwait
@restaurantazteca

Urban Creamery
Jaber Al-Mubarak Street
@urbancreamery

CAF
Varias localizaciones, el original está en la Crystal Tower
@cafcafe

Filipo the Filipino
Abre y cierra previo aviso en Instagram en diferentes localizaciones
@filipothefilipino

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