divendres, 30 de maig del 2014

Desde Argel

Tras casi un año en Ciudad de Panamá, el trabajo me trae ahora a Argel, capital del país más grande de África: Argelia. Aquí viviré durante unos meses, siendo esta mi primera experiencia laboral en África. Es la primera vez que vivo en el continente olvidado y la verdad es que aún me estoy acostumbrando: aquí todo funciona a otro ritmo. De Europa sólo nos separa un mar, pero las diferencias son gigantescas: es como estar en otro universo. Excepto en el clima: es mediterráneo, con cielos azules, gran luminosidad y temperaturas suaves, casi el mismo que el de mi Valencia natal. 

Algeria es un país que crece en riqueza gracias en parte a su petróleo, pero sobretodo, a su gas. Sin embargo, debido a su sistema cuasi socialista donde el Estado tiene una presencia fortísima, todo va mucho más despacio. El gobierno funciona a base de planes quinquenales y controla la gran mayoría de la actividad económica. Numerosos sectores están nacionalizados, incluídos casi todos los hoteles. Por todas estas razones, Algeria me recuerda en muchas cosas a Cuba. No hay apenas marcas extranjeras ni locales o tiendas de cadenas internacionales. De hecho, el primer centro comercial abrió hace solo un año y allí sólo se encuentran marcas locales con alguna excepción francesa o española.

De momento tengo tanto trabajo que apenas he podido descubrir nada. Ya he ido a Tipaza, una ciudad cercana famosa por sus mariscos pero sobretodo, por las ruinas de su antigua ciudad romana, Patrimonio de la Humanidad UNESCO. En breve os cuento como fue mi dia allí.

En general, Argelia no es un país turísticamente fascinante como lo puedan ser Marruecos, Tailandia o Brasil. De hecho, la famosa editorial Lonely Planet jamás ha publicado una guía del país (y hasta la vecina Libia tiene). Esto demuestra el escaso desarrollo del turismo que tiene el país. Argel es una ciudad enorme, de clima estupendo y con un gran encanto. Dispone de una población que sobrepasa los dos millones de personas. Pero vive adormecida, sin apenas ofertas culturales, nocturnas o de ocio y con un panorama de restaurantes estancado. Casi desconectada del día a día del mundo global. Y para colmo el tráfico es horrible, casi siempre y a cualquier horas las calles y avenidas están colapsadas. La gasolina a 20 céntimos de euro el litro junto a las facilidades que hubo de préstamos para comprar coche lo explica. Pero seamos positivos: la gente es amabilísima, muy acogedora y amable con los extranjeros ya que aquí somos algo que se ve muy poco.

En fin, pese a las muchísimas dificultades que encuentro y que no haya sido un país de mi elección, intentaré sobrevivir a estos meses y descubrir los lugares interesantes y bellos que encierra el país más grande de África. Por aquí os lo contaré todo, como siempre.


1 comentari:

  1. Hola!

    Je suis content que tu sois bien arrivé en Algérie :)
    J'ai beaucoup aimé ton impression sur l'Algérie. Bien que les choses soient différents à première vue par rapport aux pays européens, "otro universo" comme t'as dit, mais je pense que tu vas apercevoir de plus en plus de similarités au fil du temps.

    Et t'inquiète pas, tu vas survivre et aimer ton séjour. J'en suis sûr. ;)

    Karim

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