diumenge, 9 de febrer del 2020

Amán

La capital de Jordania es la ciudad árabe más "normal" de todas las que he visitado, en parte debido a su amplia clase media. Calles arboladas, casas de edificios, familias de clase media, tiendas de barrio... todo muy diferente al lujo de las ciudades del golfo Pérsico y muy lejos también de la dejadez, polución y suciedad que se observa en ciudades como El Cairo. Aún así, se aprecia claramente que Ammán es una ciudad que ha crecido muy por encima de lo que se pensó cuando se diseñaron sus actuales calles y bulevares. Por eso, y como en toda la región, los atascos son una constante, agravados por su raquítica red de autobuses públicos.

Jordania fue fundada como país por el Rey Abdalá I, y es actualmente regido por el Rey Abdalá II, hijo del Rey Hussein I, todos de la dinastía hachemita, la tribu de La Meca a la que pertenecía el Profeta Mahoma. De hecho, Jordania es el único reino hachemí que queda en pie. A pesar de haber estado en guerra contra Israel en diversas ocasiones, actualmente es uno de los pocos países árabes que reconoce a Israel como Estado, tras el tratado de paz de 1994. Por ello, el país es un remanso de paz en la zona más conflictiva del planeta, aunque las crecientes desigualdades están aumentando el descontento de la población. Y ello, unido a la alta presión que supone acoger a millones de refugiados palestinos y sirios, no pone nada fácil a Jordania ni a su capital proseguir con su normalidad. Aún así, la normalidad se mantiene.

Al Balad: el corazón de Amán.

Toda visita a Amán debería comenzar con un paseo por Rainbow Street. Epicentro del turismo, aquí se mezcla el viejo y nuevo Amán. En esta calle y sus anexas se disfrutan de bonitas vistas al estar en la cima de una colina. Además, modernos cafés se mezclan con tiendas centenarias, mezquitas con colegios extranjeros y locales con turistas. Uno de los mejores lugares para desayunar, comer o cenar es Shams El Balad, donde además de su tienda de alimentos ecológicos, justos y de kilómetro cero, (tanto jordanos como palestinos) cuenta con un restaurante y una terraza ajardinada bellísima. La carta ofrece una variedad de platos orientales, como el delicioso falafel de remolacha, las berenjenas con lentejas, su hummus, o unas bolas fritas de carne de cordero con tomate. Visita obligatoria. Otro lugar para comer, mucho más elegante y formal, es Sufra. Aquí sirven los platos tradicionales de la gastronomía árabe específicamente jordana. Su terraza con palmeras, naranjos y una preciosa fuente es un oasis de calma en el bullicioso Al Balad. Tras la comida en cualquier de los dos lugares, nada mejor que pasearse a lo largo de Rainbow Street, escoger uno de los locales con terraza y shisha, y sentarse a fumar mientras se observa a la gente ir y venir. 

La siguiente parada lógica en un tour sería el enorme teatro romano de la ciudad, con capacidad para 6,000 personas, construido en el siglo II, cuando la ciudad se llamaba Filadelfia. En los lados se sitúan varias galerías donde se exhiben todo tipo de objetos romanos y del califato, así como del Amán otomano y colonial. Del teatro se puede ir a pasear por el corazón del Amán colonial, la plaza King Faisal y sus calles anexas, que acogen el zoco de la ciudad, con tiendas de todo tipo. Esta zona está llena de edificios art deco (como la sede del Arab Bank) y muchos locales para comer de precios populares ahora frecuentados también por turistas. El más famoso es Hashem, donde se dice que preparan el mejor falafel de la ciudad, servido en humildes platitos de plástico de usar y tirar. Otro es Habibah Sweets, donde sirven la mejor kunafa fuera de Palestina. Venden las tres versiones: con semolina, de vermicelli y la mixta. Todas a base del famoso queso de Nablús derretido, que es una mezcla de requesón y mozzarella. También las sirven en humildes platos de poliespán. Pero está deliciosa. Por último, en esta zona no os perdáis el Duke´s Diwan, uno de los edificios más antiguos que quedan en uso en Amán. De Ministerio de Finanzas al Hotel Haifa, el edificio ha tenido muchos usos hasta el actual, como museo que muestra los interiores de una casa jordana de los años 20. El edificio fue también durante años el hogar de Mamdouh Bisharat, un empresario que llenó la casa de antigüedades y arte, y la abrió para que en ella se reunieran pensadores y poetas. De hecho, se siguen organizando eventos culturales mensualmente. 

Tras ello, nada mejor que subir a la Ciudadela. Desde allí, además de disfrutar de unas vistas inigualables de la ciudad, de la que no se ve un final, también se visitarán las diferentes ruinas que conforman el antiguo centro de Rabbaht Ammon, la ciudad romana, bizantina y luego islámica que se sitúa en una colina del centro de la ciudad. Las columnas del templo de Hércules, la cúpula de la iglesia bizantina o el antiguo palacio omeya son las principales ruinas a visitar.

Amán de lujo

Sorprende la variedad de hoteles de cinco estrellas que ofrece la ciudad, debido en parte a su posición como lugar ideal para reuniones entre israelíes y otros delegados de países árabes. Además, desde Amán se cierran la mayoría de grandes negocios a ejecutar en la vecina Palestina, y cada vez más, en Siria o Iraq. Su alto nivel de seguridad y estabilidad la han convertido en una ciudad de encuentro. Por ello han proliferado hoteles del estilo del W o el Four Seasons, ambos de reciente apertura, mientras otros se encuentran en obras, como el Ritz-Carlton. A ellos se les suman el St. Regis, el Grand Hyatt, el Marriott, el Sheraton, el Fairmont, el Kempinski o el InterContinental.

Además del gran número de visitantes por razones políticas o de negocios, los diferentes restaurantes de estos hoteles son populares entre las clases medias-altas de la capital por no ser excesivamente caros y ofrecer una ventana a gastronomías como la japonesa, la mexicana, la india o la francesa, que son difíciles de encontrar en otros puntos de Jordania. También es habitual celebrar bodas en sus salones y son muchos los locales que se abonan a sus gimnasios y spas.

Además del 5th circle, la rotonda donde se concentran el mayor número de hoteles de cinco estrellas de la ciudad, otro de los puntos clave del lujo en la capital jordana es Taj Mall, el centro comercial que concentra las boutiques de lujo del país o The Boulevard, un futurista barrio privatizado con centros comerciales a la última, hoteles de cinco estrellas, grandes torres de oficinas y edificios residenciales de alto standing.

Finalmente, si uno quiere salir de fiesta en Amán, lo primero es recordarle que pese a su alto nivel de occidentalización, estamos en un país mayoritariamente musulmán, por lo que si se desea tomar copas, lo más sencillo será acudir a los bares y discotecas de los grandes hoteles de cinco estrellas. Las noches con DJ de la piscina del W son muy populares entre los jóvenes cristianos (que si pueden beber alcohol). También hay grandes discotecas, como Cluster, a la que fui, equiparable a cualquiera de las grandes capitales europeas. Sin embargo, estas abren y cierran a los pocos meses, por lo que si visitáis la ciudad y os apetece salir, lo mejor será preguntar a los locales.

Comer en Amán

Pero la capital jordana es mucho más que Al Balad o los lugares de lujo mencionados. Zahran Street y sus alrededores, por ejemplo, es también una zona elegante, llena de embajadas y vetustos edificios ministeriales, así como del palacio Zahran. Durante nuestros meses en Amán trabamos amistad con el embajador turco, que nos invitó a varios restaurantes con solera y servilletas de tela donde romper el ayuno durante el mes santo del Ramadán. Uno de los que más nos gustó fue Fakhreldin, situado en la antigua residencia de varios ex primeros ministros del país. En este elegante villa, el restaurante ofrece un servicio impecable con comida libanesa de altísima calidad, incluyendo un amplio surtido de carnes a la brasa. Muy recomendado, aunque los precios son elevados.

Nosotros vivimos en el tranquilo barrio de Khilda, donde conviven cristianos ortodoxos y católicos con musulmanes sunitas. Edificios de apartamentos de cuatro plantas como máximo se alternan con amplias casas unifamiliares con jardín. En sus calles hay pequeño comercio de todo tipo, supermercados e incluso centros comerciales como Mecca Mall o City Mall, donde encontrar de todo y a mejor precio que en otros lugares. Respecto a la gastronomía, este barrio esconden muchos secretos, desde panaderías tradicionales con horno de leña hasta locales como Abu Jbara, muy populares para desayunar, por lo que os recomiendo acudir temprano porque no se puede reservar y se forman largas colas. A este vinimos invitados por nuestros caseros, por ser uno de sus sitios favoritos para desayunar. Lo que empezó como un local familiar es ahora una cadena con tres enormes locales en Ammán y con planes para abrir en Dubai y Riad. Su menú es muy sencillo (menos de diez cosas) lo que ya demuestra que lo poco que ofrecen se lo toman muy en serio. Su especialidad es el hummus con una salsa casera de pimientos, cebolla, aceite y piñones. Además, también tienen un sabroso foul y su crujiente falafel. Se puede ver como lo preparan todo de forma artesanal en sus cocinas e incluso como hornean sus panes siempre recién hechos. Fuimos un miércoles entre semana y estaba lleno. Aparentemente, los fines de semana hay largas colas. En cualquier caso, si queréis probar un desayuno tradicional jordano, esta es la dirección a la que ir.

Excursiones desde Amán

A pesar de que hice varias excursiones desde Ammán, y de que también viajé a otros puntos de Jordania como Petra, Wadi Rum o Aqaba, es verdad que incluso allí me dejé muchas cosas pendientes: desde ver el Tesoro de Petra desde uno de los miradores en lo alto de las rocas hasta disfrutar de la puesta de sol en Wadi Rum o dormir en las nuevas tiendas lunares ultramodernas. También me hubiera gustado cruzar a Eliat durante mis días en Aqaba así como visitar alguna de las ruinas que me quedaron pendientes a lo largo de la autopista del Rey. Por ello tendré que volver a Amán, ya que esta es la puerta de entrada a Jordania. Sin lugar a dudas, volveré a esta fascinante zona del mundo.



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