El vuelo de Iberia que me devolvió de Lima a Madrid fue mi vuelo número 456. Un número no tan redondo como el vuelo que me llevó de Palermo a París el 20 de junio 2015, que fue el vuelo 200 de mi vida.
Aún recuerdo el accidentado vuelo 125, de Manila a Legazpi, que nunca llegó a aterrizar por las densas nubes y tuvimos que dar media vuelta en un susto mayúsculo. En cualquier caso, 302 vuelos se dicen pronto. Pero son muchísimos, cada uno con sus 302 despegues y sus 302 aterrizajes. Cada vuelo es una experiencia, lenta o rápida, sólo o acompañado de viejos o nuevos amigos. Mi vuelo número 100, mítico, de Marrakech a Madrid con Ryanair, fue en el que por primera vez vomité en el aire, y no por mareos, sino porque mi estómago no soportó las carnes cocinadas en la famosa plaza Djeema el Fna. Que mal lo pasé. Menos mal que iba en buena compañía, porque si llego a viajar solo me da algo.
El avión es casi siempre el medio de transporte más rápido excepto en distancias cortas, donde puede ser más lento que un tren (por las esperas, retrasos e idas y venidas a lejanos aeropuertos). Muy barato en ocasiones, sobre todo en Europa y Asia. Con sus sustos y sus turbulencias. O con sus situaciones que te quitan la respiración, como mi mencionado vuelo 125 de Cebu Pacific Air en el que a punto de aterrizar el avión volvió a ascender rápidamente y sin preaviso... y a los cinco minutos el piloto anunció que volvíamos a nuestro punto de salida, Manila. Podéis leer más de este estrambótico vuelo pinchando aquí.
Guardo una la lista de todas las compañías con las que he volado. Desde la mejor, Emirates, mejor compañía en 2017 para SkyTrax, entre otros premios internacionales, hasta algunas que no tienen autorización a volar en el espacio aéreo de la Unión Europea, como Tiger Airways. Desde la españolísima Iberia hasta la valencianísima Air Nostrum. De la nueva Vanilla Air a la extinta Clickair. De la puntualísima y elegante Swiss a la siempre retrasada y hortera Cebu Pacific Air. De la baratísima pero cansina Wizz Air a las estupendas frecuencias de la carísima COPA Airlines.
Un vuelo memorable en mi vida voladora fue el de Doha a Manila de Qatar Airways con overbooking en el que me pasaron a clase business. Sofá que se convertía en cama, pijama y champán de bienvenida, set de accesorios de aseo personal, mantel de tela, cubiertos de verdad, copas de cristal y menú en el que elegir comidas equivalentes a las de un buen restaurante. Pantalla más grande y muchas más opciones de entretenimiento hacen el resto. El vuelo se convierte en otra cosa.
En el otoño de 2023, volviendo de Estambul a Madrid pude volar por cuarta vez en clase business, esta vez con Turkish Airlines, con una comida deliciosa, un trato excelente y, sobretodo, un asiento que se convertía totalmente en cama. La peor experiencia en business por ahora ha sido TAP: en sus vuelos entre Lisboa y Praia los asientos eran igual que los de clase turista (la diferencia es que el del centro siempre estaba libre). Y la comida tampoco era nada del otro mundo. Y además, no había ningún tipo de entretenimiento a bordo.
Cada vuelo tiene un precio. Aún recuerdo con orgullo mi mayor récord: 5 euros descontados de mi tarjeta Visa por tres vuelos con Ryanair: Valencia-Bruselas(Charleroi), Bruselas (Charleroi)-Bologna y Pisa-Valencia. O mis 14 euros para un vuelo de Manila a Hong Kong con Cebu Pacific Air que tristemente nunca tomé por motivos laborales. O mis 10 euros por volar de Valencia a Marrakech también con Ryanair. O los 12 euros por volar de Milán a Podgorica este 2016. O los 35 euros que pagué ida y vuelta para ir de Bruselas a Riga a principios de 2015. Aquí clasifico todas las aerolíneas que he probado en orden de relación calidad/precio, de la mejor a la peor, siendo la última mi querida/odiada Ryanair, que siempre deseo evitar pero que acabo usando a menudo por sus precios irrisorios.
1- Emirates
2- Qatar Airways
3- Etihad Airways
2- Qatar Airways
3- Etihad Airways
4- Turkish Airlines
5- Thai
6- Swiss
5- Thai
6- Swiss
7- MEA
8- KLM
9- Lufthansa10- Air France
11- Avianca
12- Binter
13- Ethiopian
14- Aegean Airlines
14- Aegean Airlines
15- Philippine Airlines
16- TAM
17- Korean Air
18- Air Malta
19- Iberia
18- Air Malta
19- Iberia
20- Vietnam Airlines
21- Bulgaria Air
22- Lao Airlines
23- Aeroflot
24- Delta
25- Alitalia
26- Air Serbia
27- CM Airlines
28- Iberia Express
29- TAP Air Portugal
30- Viva Colombia
31 - Finnair
32- COPA Airlines
33- Air Côte d´Ivoire
34- Royal Brunei Airlines
35- PAL Express
33- Air Côte d´Ivoire
34- Royal Brunei Airlines
35- PAL Express
36- Air China
37- Qantas
38- US Airways
39- American Airlines
40- LATAM
41- Air Europa42- Brussels Airlines
43- Azerbaijan Airlines
43- Azerbaijan Airlines
44- Fly Pluna
45- Olympic Air
46- Air Panama
47- Royal Jordanian
47- Royal Jordanian
48- SATA Azores Airlines
49- Interjet50- Air Nostrum
51- EgyptAir
52 - Jazeera Airways
53 - Seaborne Airlines
54 - Winair53 - Seaborne Airlines
55- Skymark Airlines
56- Royal Air Maroc
57- Mango
58- FlySafair
57- Mango
58- FlySafair
59 - IndiGo
60- Cebu Pacific Air
61- Zest Air (desaparecida)
62- Spanair (desaparecida)
63- Transavia
64- Clickair (desaparecida)
65- Vanilla Air
65- Vanilla Air
66- TigerAir
67- Air Berlin
67- Air Berlin
68- Vueling
69- JetStar
69- JetStar
70- Spirit Airlines
71- Air Algérie
71- Air Algérie
72- EasyJet
73- Ryanair
74- Wizz Air
74- Wizz Air
Los nómadas estamos condenados a volar mucho, porque los barcos son lentos y los trenes no llegan a todo lugar. Si trabajamos no podemos permitirnos el lujo de perder mucho tiempo y si nos tenemos que mudar es la forma más efectiva. Una de las ventajas de vivir cerca de aeropuertos internacionales es la gran oportunidad que te brindan para descubrir todo tipo de nuevos lugares. Todo apunta a que 2019 será tan calmado como lo fue 2018, al menos respecto al número de vuelos de 2017, que fue el año que más aviones tomé en mi vida con diferencia. 2019 empezó con un viaje a Sudáfrica y estuve unos meses en Jordania, donde aproveché para descubrir Israel y Palestina. También volví a Montenegro y a Miami, y descubrí Texas por primera vez, así como Padua y Venecia. 2020 me llevó a Washington antes de empezar la pandemia, y ese verano pude volver a Ibiza y pasar unos días en una Formentera casi vacía. También descubrí la zona germanófona de Suiza así como Liechtenstein. Y tuve la suerte de volver a mis dos ciudades favoritas: París y Río, además de descubrir Ilha Grande. 2023 se ha presentado como muy viajero. Empezó en la India, siguió en Roma, República Dominicana, Honduras y Chile y descubriré Canadá y Chicago. Además, haré algún viaje que otro por Europa. De todas formas, estoy convencido que nuevas sorpresas, aerolíneas y destinos me aguardan. De momento llevo 411 vuelos. Y que sean muchos más.