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dimecres, 23 de gener del 2013

456 vuelos


El vuelo de Iberia que me devolvió de Lima a Madrid fue mi vuelo número 456. Un número no tan redondo como el vuelo que me llevó de Palermo a París el 20 de junio 2015, que fue el vuelo 200 de mi vida. 

Aún recuerdo el accidentado vuelo 125, de Manila a Legazpi, que nunca llegó a aterrizar por las densas nubes y tuvimos que dar media vuelta en un susto mayúsculo. En cualquier caso, 302 vuelos se dicen pronto. Pero son muchísimos, cada uno con sus 302 despegues y sus 302 aterrizajes. Cada vuelo es una experiencia, lenta o rápida, sólo o acompañado de viejos o nuevos amigos. Mi vuelo número 100, mítico, de Marrakech a Madrid con Ryanair, fue en el que por primera vez vomité en el aire, y no por mareos, sino porque mi estómago no soportó las carnes cocinadas en la famosa plaza Djeema el Fna. Que mal lo pasé. Menos mal que iba en buena compañía, porque si llego a viajar solo me da algo. 

El avión es casi siempre el medio de transporte más rápido excepto en distancias cortas, donde puede ser más lento que un tren (por las esperas, retrasos e idas y venidas a lejanos aeropuertos). Muy barato en ocasiones, sobre todo en Europa y Asia. Con sus sustos y sus turbulencias. O con sus situaciones que te quitan la respiración, como mi mencionado vuelo 125 de Cebu Pacific Air en el que a punto de aterrizar el avión volvió a ascender rápidamente y sin preaviso... y a los cinco minutos el piloto anunció que volvíamos a nuestro punto de salida, Manila. Podéis leer más de este estrambótico vuelo pinchando aquí.

Guardo una la lista de todas las compañías con las que he volado. Desde la mejor, Emirates, mejor compañía en 2017 para SkyTrax, entre otros premios internacionales, hasta algunas que no tienen autorización a volar en el espacio aéreo de la Unión Europea, como Tiger Airways. Desde la españolísima Iberia hasta la valencianísima Air Nostrum. De la nueva Vanilla Air a la extinta Clickair. De la puntualísima y elegante Swiss a la siempre retrasada y hortera Cebu Pacific Air. De la baratísima pero cansina Wizz Air a las estupendas frecuencias de la carísima COPA Airlines.

Un vuelo memorable en mi vida voladora fue el de Doha a Manila de Qatar Airways con overbooking en el que me pasaron a clase business. Sofá que se convertía en cama, pijama y champán de bienvenida, set de accesorios de aseo personal, mantel de tela, cubiertos de verdad, copas de cristal y menú en el que elegir comidas equivalentes a las de un buen restaurante. Pantalla más grande y muchas más opciones de entretenimiento hacen el resto. El vuelo se convierte en otra cosa.
En el otoño de 2023, volviendo de Estambul a Madrid pude volar por cuarta vez en clase business, esta vez con Turkish Airlines, con una comida deliciosa, un trato excelente y, sobretodo, un asiento que se convertía totalmente en cama. La peor experiencia en business por ahora ha sido TAP: en sus vuelos entre Lisboa y Praia los asientos eran igual que los de clase turista (la diferencia es que el del centro siempre estaba libre). Y la comida tampoco era nada del otro mundo. Y además, no había ningún tipo de entretenimiento a bordo.

Cada vuelo tiene un precio. Aún recuerdo con orgullo mi mayor récord: 5 euros descontados de mi tarjeta Visa por tres vuelos con Ryanair: Valencia-Bruselas(Charleroi), Bruselas (Charleroi)-Bologna y Pisa-Valencia. O mis 14 euros para un vuelo de Manila a Hong Kong con Cebu Pacific Air que tristemente nunca tomé por motivos laborales. O mis 10 euros por volar de Valencia a Marrakech también con Ryanair. O los 12 euros por volar de Milán a Podgorica este 2016. O los 35 euros que pagué ida y vuelta para ir de Bruselas a Riga a principios de 2015. Aquí clasifico todas las aerolíneas que he probado en orden de relación calidad/precio, de la mejor a la peor, siendo la última mi querida/odiada Ryanair, que siempre deseo evitar pero que acabo usando a menudo por sus precios irrisorios. 

1- Emirates
2- Qatar Airways
3- Etihad Airways
4- Turkish Airlines
5- Thai
6- Swiss
7- MEA
8- KLM
9- Lufthansa
10- Air France
11- Avianca
12- Binter
13- Ethiopian
14- Aegean Airlines
15- Philippine Airlines
16- TAM
17- Korean Air
18- Air Malta
19- Iberia
20- Vietnam Airlines
21- Bulgaria Air
22- Lao Airlines
23- Aeroflot
24- Delta
25- Alitalia
26- Air Serbia
27- CM Airlines
28- Iberia Express
29- TAP Air Portugal
30- Viva Colombia
31 - Finnair
32- COPA Airlines
33- Air Côte d´Ivoire
34- Royal Brunei Airlines
35- PAL Express
36- Air China
37- Qantas
38- US Airways
39- American Airlines
40- LATAM
41- Air Europa
42- Brussels Airlines
43- Azerbaijan Airlines
44- Fly Pluna
45- Olympic Air
46- Air Panama
47- Royal Jordanian
48- SATA Azores Airlines
49- Interjet
50- Air Nostrum
51- EgyptAir
52 - Jazeera Airways
53 - Seaborne Airlines
54 - Winair
55- Skymark Airlines
56- Royal Air Maroc
57- Mango
58- FlySafair
59 - IndiGo
60- Cebu Pacific Air
61- Zest Air (desaparecida)
62- Spanair (desaparecida)
63- Transavia
64- Clickair (desaparecida)
65- Vanilla Air
66- TigerAir
67- Air Berlin
68- Vueling
69- JetStar
70- Spirit Airlines
71- Air Algérie
72- EasyJet
73- Ryanair
74- Wizz Air  

Los nómadas estamos condenados a volar mucho, porque los barcos son lentos y los trenes no llegan a todo lugar. Si trabajamos no podemos permitirnos el lujo de perder mucho tiempo y si nos tenemos que mudar es la forma más efectiva. Una de las ventajas de vivir cerca de aeropuertos internacionales es la gran oportunidad que te brindan para descubrir todo tipo de nuevos lugares. Todo apunta a que 2019 será tan calmado como lo fue 2018, al menos respecto al número de vuelos de 2017, que fue el año que más aviones tomé en mi vida con diferencia. 2019 empezó con un viaje a Sudáfrica y estuve unos meses en Jordania, donde aproveché para descubrir Israel y Palestina. También volví a Montenegro y a Miami, y descubrí Texas por primera vez, así como Padua y Venecia. 2020 me llevó a Washington antes de empezar la pandemia, y ese verano pude volver a Ibiza y pasar unos días en una Formentera casi vacía. También descubrí la zona germanófona de Suiza así como Liechtenstein. Y tuve la suerte de volver a mis dos ciudades favoritas: París y Río, además de descubrir Ilha Grande. 2023 se ha presentado como muy viajero. Empezó en la India, siguió en Roma, República Dominicana, Honduras y Chile y descubriré Canadá y Chicago. Además, haré algún viaje que otro por Europa. De todas formas, estoy convencido que nuevas sorpresas, aerolíneas y destinos me aguardan. De momento llevo 411 vuelos. Y que sean muchos más.

dilluns, 14 de gener del 2013

¿Dónde ir en 2013? La lista anual del NYT

Como todos los eneros, el New York Times propone su particular lista de lugares a los que merece la pena ir en 2013. Por pura casualidad, el artículo abre y cierra con mis dos ciudades preferidas. 

Efectivamente, el primer destino en que estar en 2013 es Rio de Janeiro. Y no sólo por la organización de los Juegos Olímpicos de 2016 y el Mundial de Fútbol de 2014. Rio acogerá en 2013 numerosos eventos culturales, deportivos, religiosos, musicales... además, numerosos museos abren sus puertas como Casa Daros, Rio Museum of Art o el Museo del Mañana diseñado por Calatrava (aunque parece que se retrasa a 2014). Aparte de todo esto, personalmente recomiendo Rio siempre. Desde el animadísimo barrio de Lapa, hasta la decadente Copacabana, pasando por la mítica Ipanema, el bohemio Santa Teresa, las vistas deste Botafogo, los históricos Glória, Flamengo y Catete... Rio tiene mil caras, mil cosas que hacer y ese ambiente y energía capaz de devolver el optimismo a cualquiera. La fusión entre naturaleza salvaje y gran ciudad que ofrece a Cidade Maravilhosa es única el mundo. No os la perdáis en 2013, ya que el resto del mundo estará allí en 2014...

El último destino recomendado, por su lado, es París. Poco se puede decir de la ciudad más bella del mundo. La excusa propuesta para volver es la multimillonaria remodelación de las orillas del Sena que ha llevado a cabo el alcalde Delanöe, eliminando el tráfico que pasaba al lado del río y ajardinandolo todo. Nada mejor que disfrutar de un paseo a la orilla de la Rive Gauche, ahora sin coches.

Y entre Rio y París, otros 44 destinos son recomendados para visitar este año por parte de uno de los periódicos más influyentes del mundo. Coinciden, por ejemplo, el NYT y Lonely Planet en plantar a Amsterdam como destino imprescindible. No sólo por los festejos previstos para el 400 aniversario de la construcción del anillo de canales, sino también por la reapertura del Rijksmuseum y del Stedelijk, dos de sus grandes museos, y por el 160 aniversario de Van Gogh y el 40 aniversario de su estupendo museo. Cultura, fiesta y celebraciones esperan en 2013 en el corazón cultural de los Países Bajos.

Os invito a explorar la lista (y si podéis, algunos de los destinos) en este nuevo año. Yo ya tengo planeadas varias visitas a estos lugares. En mayo estaré en Singapur, la ciudad más verde de Asia y una de las más ricas del mundo. Además de su innovadora arquitectura y sus famosísima comida callejera, Singapur inaugura Gardens by the Bay, una reserva natural acristalada que ya goza de varios premios internacionales. Asimismo, acaba de inaugurar el mayor Oceanario del mundo, donde se muestran más de 800 especies subacuáticas.

Bangkok también se inlcuye en esta lista. Y aunque aún no tengo fecha definitiva, estoy seguro que también visitaré la capital tailandesa en breve. Aunque lo mejor, me lo reservo para el final. El país en el que inauguré este 2013, y en el que voy a pasar varios meses más, Filipinas, también está en esta lista como destino a vistar este año. Y no sólo por las playas paradisíacas de sus más de 7000 islas tropicales.

La lista y los comentarios de los diferentes periodistas (en inglés) la podéis leer pinchando aquí.

dijous, 10 de gener del 2013

Barrios turísticos sin turistas

En la entrada de hoy del blog de viajes EL VIAJERO del periodico EL PAIS se proponen 10 barrios de de todo el mundo que tienen en común el mostrar una imagen típica y única de la ciudad, una belleza a descubrir, gastronomia a no dejar de probar, compras únicas y sobretodo, habitantes reales, sin hordas de turistas que destrocen el día a día auténtico que todo nómada aspirar a descubrir y sumergirse en él de la forma más discreta posible. 

Personalmente he tenido la suerte de visitar uno de estos barrios propuestos: el animado y multicultural Belleville parisino, el "otro Montmartre", sin las hordas de turistas y lugar de nacimiento de la famosa Edith Piaf. Del resto, a pesar de que he estado en muchas de las ciudades donde están, como Buenos Aires, Sindey, Nueva York o Londres, no tuve la oportunidad o no supe de estos bellos barrios y no los visité.

Sin embargo, en junio tengo un vuelo a Hong Kong por lo que espero visitar el citado NoHo, antiguo barrio de las imprentas. Y quién sabe si en poco tiempo tendré también la oportunidad de pasear por el Naka-Meguro tokiota... 

Por cierto, para leer el artículo, click aquí.

Desde aquí propongo también el barrio (quartier) de la Croix Rousse de Lyon. Recuerdo que cuando fui a visitar a unas amigas de la universidad que estaban de Erasmus allí, nunca iban porque decían que el barrio no tenía nada. Sin embargo, les forcé a descubrir la preciosa montée de la Grande-Côte, peatonal y empinada, así como los bellos trompe d'oeil (trampantojos en castellano) que adornan y engañan bellamente pintados en las fachadas de numerosos edificios del barrio. Sus plazoletas y tiendas artesanales con encanto sorprenden así como los bellos cafés. Sus decenas de traboules (pasajes pintorescos que atraviesan patios internos de edificios conectando calles) dan magia al barrio. Este antiguo barrio de trabajadores de la seda es, en mi opinión, un must de la elegante Lyon, mucho más que la popular basílica de Fourvière. Y lo mejor, evitaremos a los turistas del Vieux Lyon.

¡Y que vivan los barrios bonitos, baratos, típicos y sobretodo, libres de turistas al uso!

dissabte, 5 de gener del 2013

Boracay

Ya conocía Boracay. De hecho, pasé tres dias en la isla durante mi primer mes de voluntario en Filipinas. Sin embargo, es cierto que no pude conocerla todo lo bien que lo he hecho ahora. Además, al ser nochevieja, esta vez la  isla se encontraba a tope, llena de gente a rebentar, con lo cual el ambiente era totalmente diferente al relajado mes de julio anterior, temporada baja en Filipinas.

Boracay es una de las 7107 islas del archipiélago filipino. Se encuentra al norte de la isla de Panay y solo se puede llegar desde esta misma isla en barco. Boracay tiene forma de hueso y una gigantesca playa central llamada White Beach, de deslumbrante arena blanca, aguas cristalinas y bellas palmeras. También cuenta con otras playas más recónditas como Puka Beach, en las que estuve mi primera vez y a las que sólo se puede acceder en tours en barquito alrededor de la pequeña isla.

Ahora me dediqué integramente a disfrutar de su vida "urbana" y apenas salí del marchoso y congestionado sector 2 de la abarrotada White Beach. Para bucear o hacer deportes de agua, hay lugares en el país mucho más baratos y divertidos. Boracay es un destino de fiesta, se mire como se mire. Todo y que a pesar de ser conocida como la Ibiza de Asia, no tiene nada que ver con la famosa isla mediterránea.

Uno de los puntazos de Boracay es que no hay coches. Apenas hay una carretera principal por la que circulan las omnipresentes tricycles (las motos fuilipinas con sidecar) y algunas furgonetas de los diferentes hoteles. Además, conserva su población original, con las casas de nipa filipinas, colegios, la iglesia... etc. Aunque lo cierto es que la mayoría de turistas no salen del arenoso y estecho paseo marítimo que recorre White Beach, con sus palmeras, puestos de masajes, lounges arenosos donde tomar algo o fumar chicha, restaurantes de todo tipo a precios muy asequibles, tiendas donde comprar de todo a precios razonables, puestos de batidos de fruta natural a un euro.... Si algo tiene Boracay son sus precios, muy bajos a pesar de la reciente caída del euro y dólar frente al peso filipino.

Donde si varían los precios es en los hoteles. Se encuentran de todo tipo, desde el lujo del Shangri-La o el Regency hasta la baratura de hotelitos sin piscina ni comedor como en el que nos quedamos esta vez. Por cierto lo recomiendo por su céntrica situación y porque es aceptable. Se trata del Ericko's, en el sector 2.. Su precio es de 500 pesos por noche por habitación en temporada baja (caben cuatro personas) y de 1000 pesos en temporada alta. Por supuesto, por un poco más encontraremos mejores hoteles con piscina.

Si os apetece algo de piscina pero vuestro hotel no tiene (a veces el presupuesto no nos da para lujos) os recomiendo colaros en alguna de las piscinas de los grandes hoteles. Especialmente sencillo es hacerlo en la gran piscina interior del Boracay Regency (la exterior está más vigilada). Simplemente id seguros sin merodear y acercaos al responsable de toallas. Distraídamente preguntadle si cree que vaya a llover o alguna excusa similar sobre si nos recomienda o no tomar un baño. Muy probablemente os dará la toalla sin preguntar ni vuestra habitación. Con ella, podréis estar en la piscina sin miedo que os echen. Yo lo hice con una amiga y sin problemas.

Para comer, como he dicho, hay de todo. De hecho, esta vez me sorprendió el rápido desarrollo que ha experimentado la isla estos años. Cuando yo llegué no había apenas ninguna cadena de comida y ahora ya hay casi de todo. Desde el delicioso y barato Mang Inasal, Mc Donald's, The Pancake House, Starbucks, Shakey's o Yellow Cab Pizza. Pero además, Boracay cuenta con sus míticos locales cutres con pescado fresco en la entrada, donde llaman la atención las gigantescas langostas recién pescadas. Allí podemos elegir cual nos gusta y nos lo cocinarán en el momento. Para todos los que no vayan a pasar por Manila, recomiendo cenar una noche en MESA, en el hotel Regency, un restaurante que también tiene sedes en Metro Manila y que sirve comida filipina contemporánea, es decir, presenta las recetas tradicionales del país de una forma sofisticada y cocinada de forma diferente a precios asumibles. Simplemente un pequeño consejo: evitad su Leche Flan, está muy mal hecho.

No olvidéis estar en buen lugar en White Beach para la puesta de sol. Es una de las más impresionantes en las que nunca he estado, especialmente en temporada baja, cuando cientos de murciélagos sobrevuelan la playa. Consultad a qué horas aproximadamente se pone el sol ese día. En fin de año suele ser alrededor de las cinco y media de la tarde.

Aunque lo genial de Boracay en temporada alta es su fiesta. Y Fin de Año es temporada muy alta. Los pocos locales hacen que siempre estén todos llenos y animados en estas fechas. Personalmente estuve casi siempre en Summer Place, uno de los locales de la "station 2" donde se pincha de todo, especialmente música del momento, electrónica, house y algo de R&B. El público, mayoritariamente extranjero, siempre está con ganas de divertirse y bailar mucho. Además todo el mundo está abierto a conocer a gente nueva y charlar, algo habitual en Boracay.

Otros de los locales son Epic (algo más elegante, tampoco mucho), Juice Bar (más relajado y con público gay más frecuente que en el resto de locales) y muchos más que cambian de nombre cada poco. La mayoría se encuentran en el paseo de la playa, aunque hay algunos locales en la carretera principal de la isla, paralela al paseo de White Beach. Lo mejor es dar una vuelta, dado las cortas distancias, y elegir el local en función de la musica que escuchemos, si cobran o no por entrar o del público que veamos.

Para llegar a Boracay desde Manila existen dos opciones. La más cómoda y rápida es volar al aeropuerto de Caticlan, justo al lado de la isla, y después tomar una barca o barcaza hasta la pequeña isla. El incoveniente es que estos vuelos son bastante caros. La opción más asequible es volar a Kalibo, a dos horas de la isla en coche, y luego tomar un autobús o van que nos deje en el puerto de Caticlan para tomar el barco o barcaza correspondiente.

En definitiva, Boracay es un clásico destino de sol y playa tropical con las especificidades de su minúsculo tamaño, sus bajos precios y su ambiente relajado, nada presuntuoso. La fiesta en Boracay es una de las más cosmopolitas en las que nunca he estado, más incluso que la de Ibiza. El minúsculo tamaño de la isla hace que casi no haya habitantes locales. Su situación geográfica, entre Australia, Corea, China, Japón, India y con vuelos baratos desde Estados Unidos y Europa via Manila hacen cada vez sean más jóvenes los que desean salir de fiesta por la isla en su tour por el Sudeste asiático. Además, es el lugar de fiesta playera por excelencia de todo extranjero en Manila así como para los jóvenes profesionales filipinos de Manila y Cebu. Desde luego, un must para todo aquel residiendo o de turismo por las islas Filipinas, y un destino altamente recomendable para todo fiestero que se precie y se encuentre en el Sudeste asiático o alrededores.