Si vais a Orlando con un grupo variado de gente, o si sois todos jóvenes, y solo podéis ir a un parque, la elección está clara: los parques de la Universal. Y si solo se puede entrar a uno entonces lo mejor es entrar a Islands of Adventure. Tiene atracciones de todo tipo y para todos los gustos, muchas de última generación. La ambientación está muy conseguida y hay varios espectáculos entretenidos. Y además, es casi seguro que entre los que vais se encuentra algún loco de Harry Potter o de Jurassic Park, y se lo pasará muy bien en la zona respectiva.
La entrada simula algo parecido a un pueblecito árabe antiguo, con esa tematización tan curiosa que caracteriza a los estadounidenses, por supuesto alejada de la realidad. Tras llegar al gran lago, lo mejor será girar a la izquierda y empezar por la zona temática dedicada a los Super Héroes de Marvel. La primera gran atracción del parque se alzará ante nuestros ojos, con sus raíles color verde nuclear. Se trata de la “Incredible Hulk Coaster”, en la que, tras la cola en la que podremos aprender la historia de cómo el Doctor Bruce Banner se convirtió en el increíble Hulk (si es que no nos la sabemos), la atracción simulará que nos metemos también en un tubo que nos someterá a ciertos rayos gamma que nos harán mutar en Hulks. Empezaremos a subir la rampa por el supuesto tubo nuclear y sin previo aviso aceleraremos de golpe, pasando de 0 a 70km/hora en sólo dos segundos y cayendo en picado por la primera rampa y dando un gran looping. Y el resto, pues una montaña rusa típica bastante fuerte y entretenida.
Si aún tenéis ganas de más emociones fuertes, continuad andando y dirigíos hacia las dos torres metálicas gemelas que veréis enseguida: la “Doctor Doom’s Fear Fall”. Se trata de la típica atracción en la que nos lanzarán hacia el cielo a gran velocidad y luego nos dejarán caer, pero más despacio. Sólo da miedo el primer lanzamiento a toda velocidad hacia arriba. Luego es muy suave, por lo que recomiendo subir para admirar las vistas del parque. Volved de noche.
Paseando por la calle jalonada de tiendas que parecen sacadas de cómics de acción nos encontraremos con una de las mejores atracciones del parque según muchos visitantes: “The Amazing Adventures of Spiderman”. Nos adentraremos en las muy bien recreadas oficinas del periódico de este héroe, donde veremos que la ciudad de Nueva York vive en el caos debido al ataque conjunto de todos los miembros del conocido como “Sindicato del Crimen” capitaneados por el doctor Octopus. Y lo que es peor, la Estatua de la Libertad ha sido robada. El director del periódico, y jefe de Spiderman, nos enviará en unos vehículos prototipo equipados con cámaras, para que filmemos, fotografiemos y narremos todo lo que está pasando en la ciudad, con el grave peligro que eso implica. A partir de aquí, y ataviados con nuestras gafas 3D, recorreremos las calles neoyorquinas, las cloacas e incluso escalando los rascacielos al ser lanzados por los diferentes villanos y salvados una y otra vez por Spiderman. Efectos de todo tipo nos harán vivir un recorrido trepidante. La recomiendo encarecidamente.
Por último, nada mejor que dar un vistazo a la Comic Book Shop . Aquí encontraremos una enorme variedad de cómics de todos los superhéroes representados aquí, desde los X-Men hasta Spiderman o Hulk y muchos más personajes del universo Marvel. Además de otros objetos de coleccionista como muñecos, cartelería, disfraces y mucho más.
La zona en la que entraremos si seguimos caminando es el lago de los dibujos animádos o “Toon Lagoon”. Además del paseo de los dibujos, con tiendas de recuerdo de Betty Boop, Popeye, Viky el Vikingo y otros personajes, además de restaurantes y heladerías, encontraremos las dos atracciones de agua más divertidas del parque. Aprovechad el mediodía para subir, puesto que es cuando más calor hace y así nos refrescaremos y luego tendremos tiempo de secarnos al sol mientras seguimos nuestra visita. Si no podemos resistir estar mojados ni un segundo más, entonces por cinco dólares hay enormes máquinas en las que podremos meternos varios y nos secaremos en una combinación de aire caliente y potentes luces rojas calentadoras.
La primera atracción está dedicada a Popeye y es la “Bilge-Rat Barges Popeye and Bluto’s”. Subidos en las típicas barcas redondas, recorreremos unos rápidos en los que se recrea la típica historia en la que Bluto secuestra a Olivia y Popeye se mete en un lío hasta que por fin se toma sus espinacas y consigue salvarla y castigar al malvado. La decoración es muy bonita y las mojadas están garantizadas, con risas incluidas.
La otra atracción es la “Dudley Do-Right’s Rip Saw Falls”. Es la típica atracción de tronquitos, muy bien ambientada en unos dibujos del lejano oeste, en la que varias caídas (sobretodo la del final) que es altísima. Las mojadas están garantizadas también.
Por último, además de hacernos fotos con actores que imitan estupendamente a Popeye y Olivia, es curioso que nos dirijamos a unos de los shows que se ofrecen en el Matt Hoffman’s Agro Circus, un enorme escenario con cientos de gradas donde ver el show de este famoso acróbata, dónde los más aficionados a los patines, skates, y demás lo pasarán de miedo. También expertos en las pequeñas BMX harán peligrosas acrobacias y sobretodo, tres motoristas se meterán a la vez en una bola de hierro. Increíble.
La siguiente zona en la que nos adentraremos emocionará a más de uno: Jurassic Park. Traspasar sus enormes puertas con llamitas nos adentrará en una jungla en la que los sonidos de la película nos envolverán, sobretodo su conocida banda sonora. Veremos las vallas de las jaulas de dinosaurios, con las lucecitas de seguridad parpadeando, y jeeps, cafeterías, un Tyranosaurux Rex asomando… Los niños se lo pasarán de miedo excavando y encontrando falsos huesos de dinosaurio, así como subiendo a los Pterodáctilos con los que “sobrevolarán” partes del parque. Los más fans de la película y el mundo de los dinosaurios, se quedarán sorprendidos en el “Discovery Center” que recrea muy bien aquel moderno edificio de entrada al parque, con modelos de dinosaurios enormes, información biológica y una moderna cafetería así como tiendas de recuerdos bastante originales.
Pero la gran atracción de esta zona es la “River Adventure”, dónde nos adentraremos en otras modernas instalaciones que nos llevarán a barcas que, a través de un río, nos muestran a diversos dinosaurios en sus hábitats (aunque se nota demasiado que son robots). Sin previo aviso, nos desviaremos hacia una zona en principio prohibida, debido a un supuesto fallo en la seguridad que ha dejado abierta la jaula de los dinosaurios carnívoros. Allí veremos varios de estos especímenes, además de una lancha estrellada, mientras oiremos por los altavoces de seguridad que “una barca con visitantes se ha metido en una zona muy peligrosa”. De repente nuestra barca estará montando en un supuesto hangar de reparación donde un gran dinosaurio nos acecha. El gran Tyranosaurx saldrá de improviso y cuando parece que nos va a comer una altísima rampa nos hará caer y salpicarnos, dándonos un buen susto. Una atracción curiosa cuanto menos.
La siguiente zona temática que nos espera es sin duda la estrella del parque: The Wizzarding World of Harry Potter. A cualquier hora está a reventar, por eso lo mejor es ir como a las dos de la tarde, después de pasada la mañana, evitando a la marabunta de gente de las primeras horas. A esa hora, la gran mayoría de visitantes ya han comido, por lo que podremos pasear por Hogsmeade hasta toparnos con el mítico local “Las Tres Escobas” (The Three Broomsticks), dónde los alumnos y profesores de Hogwarts se codean con los habitantes del mágico pueblo para tomar algo. Ya no habrá tanta gente, y podremos dirigirnos al mostrados para pedir alguna de las apetitosas opciones de comida típica inglesa, como los fish&chips, los pasteles de carne o un plato con estofado de ternera y puré de patatas delicioso. Y no lo dudéis, acompañad vuestra comida con una refrescante cerveza de mantequilla, la bebida estrella del local. La mayoría coincidimos en que era tal y como nos la imaginábamos en los libros. El ambiente del local es total, con sonidos y decoración que nos trasladará al mágico mundo creado por Rowling. Incluso en la azotea se ven las sombras de escobas que barren solas.
Sí solo queréis tomar algo, nada mejor que hacerlo en el “Cabeza de Puerco” (Hog’s Head), pub donde los jóvenes magos charlan las tardes de invierno libres que les quedan. Por las calles también hay puestos de cerveza de mantequilla así como de zumo de calabaza, muy fresquito y nutritivo.
Una vez satisfechos, lo mejor es dirigirse al castillo de Hogwarts, que parecía tan imponente de lejos pero que al acercarnos nos daremos cuenta del increíble efecto óptico conseguido. Las colas suelen ser largas porque esta es la atracción más buscada: “Harry Potter and the Forbidden Journey”. Y aunque las colas son largas, estoy convencido de que a los fans de este mago no les importará recorrer mientras las diferentes estancias del famoso colegio, empezando por los invernaderos de la profesora Sprout, con mandrágoras gritonas y todo. Luego atravesaremos estancias tan míticas como el aula de la asignatura de Defensa Contra las Artes Oscuras, dónde Harry, Ron y Hermione nos contarán sus peripecias con un magnífico sistema de hologramas. Otra de las zonas que nos impactarán es la de las escaleras, con los cuadros que cobran vida, hablándonos y moviéndose. Son impactantes, ya que se notan las pinceladas y el óleo, por lo que en absoluto parecen pantallas. El cuadro de la famosa “Señora Gorda”, puerta de la sala común de Gryffindor nos llevará a esta misma sala, y de ahí seguiremos por otros pasillos hasta llegar al despacho del profesor y director de Hogwarts, Albus Dumbledore. Incluso nos encontraremos con el "Sombrero Seleccionador", que nos contará alguna que otra cosa. Tras la larga pero perfectamente ambientada cola, nos subiremos en sillas de estilo gótico-mágico, como sacadas de un coro de iglesia antigua, en la que a través de pasillos llenos de efectos de última generación nos trasladaremos en los lomos de una escoba voladora a un partido de Quidditch, para luego escapar de los dementores, alrededor del castillo y del Bosque Prohibido, y también de las acromántulas así como de un enorme dragón. Es un simulador estupendo.
Tras salir del simulador podremos curiosear en la amplia tienda de recuerdos, “Dervish & Banges” dónde podremos adquirir la indumentaria de las cuatro casas del colegio, incluyendo bufandas, gorros, corbatas, capas, toallas, banderitas… además de otros muchos productos entre los que destaca el curioso “Mapa del Merodeador”. Justo a la salida, enfrente, se encuentra el Bosque Prohibido con una pequeña montaña rusa para toda la familia “Flight of the Hipogriff” dónde subirnos en vagones con forma de hipogrifo y volar a través de los árboles y la cabaña de Hagrid, incluso topándonos con el Ford Anglia estrellado de los Weasley, que aún se mueve.
Bajando de nuevo hacia Hogsmeade hay una zona dónde alternativamente podremos ver al coro de Hogwarts, con alumnos de las cuatro casas, cantando algunas de las canciones más populares entre los magos, incluyendo el popular himno del colegio. Otra de las actuaciones son los bailes de presentación de los alumnos de Durmstrang y las alumnas de Beauxbatons. Luego nos podremos hacer fotos con ellos, vestidos en sus uniformes. Pero no os retraséis mucho porque os espera la atracción más fuerte de esta zona: el “Dragon Challenge”. Entraremos a través de diferentes tiendas de campaña mágicas en las que reposaban los candidatos al torneo de los Tres Magos. En una de ellas podremos admirar la codiciada Copa de los Tres Magos y por último, llegaremos a una gran gruta donde deberemos elegir si queremos montar al Bola de Fuego Chino o al Colacuerno Húngaro. Elijamos el que elijamos, saldremos a dos grandes montañas rusas entrelazadas del tipo de las que los vagones van colgados del raíl y uno va con los pies colgando. Cuentan con caídas muy fuertes y varios loopings, y el hecho de no poder ver hacia donde nos dirigimos, nos provocará grandes mareos. Lo mejor son las estupendas vistas desde lo más alto de la atracción, antes de la primera gran caída.
Una vez vistas las tres atracciones de esta área, lo mejor es, ahora sí, darse una vuelta por las tiendecitas del nevado pueblo, especialmente por Honeydukes. Allí encontraremos las míticas “grageas de todos los sabores Berttie Bott”, junto con plumas para escribir de azúcar, “sangriruletas”, calderos de chocolate esponjosos, regaliz extra largo, y las míticas ranas de chocolate, cada una con cromo incluido, de esos de magos y brujas famosos que se mueven. A mí me tocó Helga Hufflepuff.
También es curioso entrar a Zonko’s, tienda de bromas por excelencia de los jóvenes magos y brujas, donde comprar una oreja extensible para espiar lo que los demás dicen, yoyós chillones o los famosos pollos de goma y muchísimas cosas más por las que merece la pena curiosear.
La tienda de artículos de Quidditch tiene los bates, y los tres tipos de pelotas que se usan en este juego. En la lechucería encontraremos peluches de estos simpáticos animales. Y en la librería, además de los libros y películas de Harry Potter, tendremos a nuestra disposición material de papelería y también al Monstruoso Libro de los Monstruos, que intentará modernos si lo abrimos. Los escaparates de todas estas tiendas son también geniales, sobre todo el de esta librería, donde entre otros, están los libros del famoso Gilderoy Lockhart, con fotos del mismo donde se le ve haciendo todo tipo de estupideces.
Pero el local más mágico es, como no, Ollivander’s. Cada 10 minutos, un grupo de adultos y niños van entrando (por turnos) para asistir a una representación de la mítica escena que vivió Harry Potter la primera vez que fue a esta tienda y tuvo que elegir varita. Ollivander’s en persona elegirá a uno de los niños presentes para ir probando con él diferentes varitas que fundirán una lámpara o tirarán cosas de las estanterías hasta que por fin una de esas varitas le hará iluminarse y saldrá aire que moverá sus ropas y pelo. La escena y la ambientación están tan bien hechas, que se me pusieron los pelos de punta. Lo mejor son los cientos de varitas en sus cajitas alargadas de colores oscuros que se amontonan en las paredes. Parecería una zapatería antigua, pero con cajas de cartón mucho más estrechas y alargadas, con el tamaño adecuado para guardar una varita. Más de 30 modelos, con diferentes maderas, longitudes, anchuras y núcleos, nos esperan. Aunque los 30 dólares que cuestan frenan hasta al más freak.
Antes de salir de esta zona, no olvidemos la preceptiva foto con la enorme y escarlata máquina a vapor del Expreso de Hogwarts, parado en el andén 9 y ¾ de Kingscross.
Ya más hacia el sur entraremos en la zona del Lost Continent, donde decoraciones que nos trasladarán a la Atlántida, con un pueblito de inspiración fenicia donde un herrero nos confeccionará monedas personalizas o dónde podremos adivinar nuestro futuro con una lectora de manos. Incluso hay latas con almejas reales que podremos abrir para coger la perla que tantos años les costó generar. En medio de este mercado está la conocida como “Mystic Fountain”, una fuente que habla y que tira chorros de agua en momentos inesperados y hacia lados extraños.
Tenemos que estar atentos a los horarios del show de “The Eight Voyage of Simbad”, para asistir a una mega representación teatral en que varios actores revivirán una historia “a la americana” donde las peleas, persecuciones, explosiones, saltos, disparos y todo tipo de efectos especiales harán las delicias del público. El escenario es enorme e incluso hay una zona del graderío donde se avisa de antemano que el que se siente allí se expone a mojarse.
Otra de las atracciones espectáculo de esta zona es “Poseidon’s Fury” en el que adentrándonos al viejo templo de Poseidón, un supuesto arqueólogo nos explicará la historia de este dios y su antiguo sacerdote, con el menor contenido pedagógico posible. Tras pasar por algunas salas y encontrarnos con el antiguo tridente divino, nos internaremos en las profundidades marinas, a un gran templo bajo el mar donde el antiguo sacerdote nos exigirá que le demos el tridente para conseguir poder. Sin embargo, Poseidón también hará escena y se vengará de la traición de su antiguo sacerdote. Se iniciará una lucha titánica con fuego y grandes cantidades de agua. Está bien porque las imágenes se proyectan en grandes cortinas de agua y porque, cuando todo pase, las luces se apagarán y en pocos segundos pasaremos de estar en una enorme cueva supuestamente submarina, a una pequeña habitación.
Enfrente de esta última atracción se encuentra el Mythos Restaurant, con un excelente diseño interior a modo de gruta submarina con extraños muebles supuestamente sacados de la civilización atlántida, y con una carta de comida fusión a precios muy razonables. No en vano ha ganado en repetidas ocasiones el premio mundial a "mejor restaurante en un parque temático".
Finalmente se encuentra una zona que gustará a los más pequeños: la dedicada a Seuss, el famoso “Cat in the Hat”. Tiene varias atracciones divertidas y bonitas para los peques. Nosotros sólo nos subimos en una que se llama “One fish, two fish, red fish, blue fish”. Esta atracción nos sube en vagones de seis personas cada uno que nos llevan alrededor de un cuento en el que unos gatos revoltosos destrozan una casa hasta que llega el famoso Gato del Sombrero y poner orden, reparando y limpiando todo para cuando los padres llegan. Está graciosa por la bonita decoración y la risa que dan los giros tan bruscos que da.
De aquí ya volveremos de nuevo a la entrada, donde podremos comprar algún recuerdo de última hora que nos hayamos olvidado. Si aún os quedan fuerzas, queda aún otro parque temático (el Universal’s Studios), además del Universal City Walk… pero esto os lo cuento en la próxima entrada.
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