Abu Dhabi es una capital cuanto menos curiosa. Los que seguís "El mundo nunca es suficiente" ya habréis leído la interesante demografía de la capital emiratí. Los nacionales apenas alcanzan el 20% de la población, siendo importantísima la presencia de otros nacionales árabes - libaneses, sirios, palestinos, marroquís, egipcios, jordanos, iraquíes...- así como paquistaníes, indios, y filipinos. Europeos, norteamericanos y australianos también abundan debido a las numerosas oportunidades profesionales que atraen como expatriados a miles de occidentales. Esta curiosa variedad y el hecho que los extranjeros seamos mayoría absoluta en la ciudad hace que se refleje perfectamente en el panorama gastronómico de la ciudad.
En Abu Dhabi hay muchísima variedad en restaurantes, primando claro está los de la gastronomía árabe, entre los que destacan por su calidad los restaurantes libaneses. Uno de los mejores es el Lebanese Flower, con tres restaurantes a lo largo de la ciudad y casi 30 años de historia.
Es barato y de buenísima calidad. Los excelentes mezzes, como el babaganoush, es de los mejores que he probado. El hummus con piñones y trocitos de carne de cordero crujiente es delicioso. Y el falafel, recién hecho y estupendo. Pedid también fattoush, la deliciosa ensalada libanesa con perejil, hierbauena, tomates, trozos crujientes de pan de pita y otros ingredientes.
La bandeja surtida de carnes de cordero para compartir es deliciosa, preparada de diferentes maneras que dejará satisfechos hasta los paladares más exigentes. Me impactó una carne prensada situada entre dos panes de pita. Sin duda, este restaurante es una excelente elección.
Es barato y de buenísima calidad. Los excelentes mezzes, como el babaganoush, es de los mejores que he probado. El hummus con piñones y trocitos de carne de cordero crujiente es delicioso. Y el falafel, recién hecho y estupendo. Pedid también fattoush, la deliciosa ensalada libanesa con perejil, hierbauena, tomates, trozos crujientes de pan de pita y otros ingredientes.
La bandeja surtida de carnes de cordero para compartir es deliciosa, preparada de diferentes maneras que dejará satisfechos hasta los paladares más exigentes. Me impactó una carne prensada situada entre dos panes de pita. Sin duda, este restaurante es una excelente elección.
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Gastronomías tan curiosas como la etíope también están bien representadas aquí. La pequeña comunidad de esta país africano en Abu Dhabi suele reunirse habitualmente a comer en el magnífico restaurante Bonna Anne. Situado en Salam Street, entraremos a él sintiéndonos algo "invasores" ya que la mayoría de sus clientes son etíopes que añoran su comida tradicional.
Aunque la carta es corta no os enredéis. Id directos a la mejor opción y pedid un especial de la casa. Os traerán un gigantesco plato con el pan tradicional etíope, que es como un crepe de color marrón gigante, hecho de un cereal de la zona. La camarera traerá a continuación una bandeja llena de cuencos con diversos estofados y salsas típicas entre las que hay carne de cordero encebollada a la piedra, estofado de garbanzos, una salsa de lentejas, vegetales con especias de allí... también está la opción vegetariana.
Una vez la camarera lo haya preparado todo, con las manos tendréis que arrancar un trozo del pan-crepe y recoger alguna de las carnes, vegetales o salsa encima del propio crepe. Los sabores son absolutamente deliciosos y nada pesados. Viene acompañado de dos salsas, siendo la verde la más picante.
Una vez acabado este festín es más que recomendable pedir un café etíope. Lo tuestan en el momento con lo que el café es realmente recién hecho. Uno de los mejores que he probado nunca, por cierto. Y lo acompañan con un gran bol de palomitas recién hechas, deliciosas, como la tradición etíope manda.
Justo al lado del Bonna Anne se encuentra un local estupendo de dulces palestinos tradicionales: Al Aqssa Sweets, especializado en pocos productos pero de gran calidad. Destacan sus variedades de kunafah, preparado en grandes sartenes cubiertas de una fina capa de un queso dulce a su vez cubierto de diferentes capas a base de pastas de harina y sémola con agua de rosas, almíbar y pistacho picado. Estos dulces se originaron en la ciudad palestina de Nablus y aquí el dueño palestino los hace estupendamente. También cuenta con algunos pastelitos de hojaldre siempre recién hechos, rellenos de queso o crema, a elección del consumidor. Excelentes.
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A estar alturas muchos ya se estarán preguntando porqué no hay ningún resturante emiratí. Bien, la verdad es que para probar la comida típica de los Emiratos Árabes Unidos lo mejor es que te invite alguna familia porque no hay restaurantes de comida loca. Bueno, lo cierto es que hay uno: el Mezlai. Dentro del lujoso y majestuoso hotel Emirates Palace se encuentra este elegante restaurante, el único de comida emiratí del país y tal vez del mundo.
Rodeados de una decoración que mezcla lo tradicional y lo moderno, podremos degustar las especialidades del país. Como entrante lo mejor es el mafrook, una salsa a base de un pescado blanco ligeramente especiada.
Como plato principal nada mejor que el tradicional cordero "threed", preparado estofado con verduras y pan tradicional que se deshace en mitad de la salsa. No olvidéis pedir puré de patatas con leche de camello, es bastante curioso. Los platos principales son en general grandes y pueden ser suficientes para dos personas. Es importante tener esto en cuenta porque los precios son algo elevados.
Por su elegancia, categoría y calidad de sus platos este es el lugar perfecto para celebrar una celebración especial. Comer en alguna de sus mesas rodeadas de telas y maderas nobles admirando las majestuosas ventanas del Emirates Palace, rodeados de sus jardines y escuchando sus fuentes es maravilloso. Antes de iros no olvidéis probar sus dátiles de cortesía. Son de gran calidad y están en una bandeja de plata a la salida del restaurante.
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Por último no puedo dejar de citar algunas de las comidas rápidas presentes por toda la ciudad a precios populares. Por un lado están los shawarmas, panes de pita enrollados rellenos de carne prensada de pollo o res, con la variedad picante, rellenos de lechuga, tomates y cebolla. Los acompañantes más típicos son verduras encurtidas.
Por otro lado, las pequeñas zumerías hindús y paquistaniés, en las que encontrar zumos recién hecho de diversas frutas, siendo mi favorito el de granada: refrescante y ligero. Aquí también se pueden pedir bocadillos de diversas cosas fritas, sea filete de pollo, gambas, filete de pescado o pasta de verduras. También tienen sandwiches club bastante buenos y a precios populares.
Está claro que aún me quedan joyas gastronómicas por descubrir en la capital emiratí. Pero hasta ahora, esto es lo que os puedo contar.
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Libanesa
Hazza Bin Zayed St., Al Dhafrah
Hazza Bin Zayed St., Al Dhafrah
Bonna Anne
Etíope
Al Salam St., Tourist Club Area
Al Aqssa Sweets
Palestino
Al Salam St., Tourist Club Area
Emiratí
Emirates Palace, West Corniche Road
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