Ahora es una megalópolis de 20 millones de almas. Conjuntos
elegantes como Makati o ultramodernos como Fort Bonifacio conviven con la
caótica estampa de casas cutres y palacios en ruinas de Binondo, rascacielos
venidos a menos en Malate o casuchas en metal y placas de zinc en Quiapo. El
barrio con mas interes histórico es Intramuros, donde antes vivía la élite
colonizadora española. Sin embargo, incluso esta zona perdió el encanto que
tuvo y no gustará a casi ningun turista, a pesar de contar con la iglesia mas
antigua del Lejano Oriente: San Agustín, donde está enterrado Legazpi, el
fundador de Manila.
En esta ciudad los rascacielos crecen como
setas, al ritmo del acelerado crecimiento de la economía filpina, incluso en
los años en que la crisis financiera azotaba al mundo de forma más severa. En
puridad, Manila es solamente una de las ciudades que componen la llamada
National Capital Region.
Desde ahora os escribiré desde el piso 37 de un rascacielos
en Mandaluyong, otra de las ciudades que componen la NCR o Metro Manila. Aquí
me he instalado para quedarme un tiempo gracias a las oportunidades laborales
que abundan en esta ciudad. Y desde aquí os iré contando mis nuevos
descubrimientos en el país de las más de 7000 islas, así como en otros paises
que tengo planeado "atacar". Muy probablemente os este narrando
pronto las curisidades gastronómicas de las callejuelas de Hong Kong, la belleza
de los templos camboyanos, la perfección de Singapur o los paisajes selváticos
vietnamitas.
Ya publiqué en su día entradas contando las curiosidades deManila, así como algunos de sus mejores restaurantes. Y también la semana que
pasé descubriendo la alargada isla de Palawan. También estoy preparando otro blog, de formato más
corto, con las situaciones irreales con las que se encuentra todo ciudadano
occidental que se mude aquí. En breve os doy noticias también de este proyecto.
MABUHAY!
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